“Los castillos de arena son la metáfora de lo efímero. Difíciles de construir y muy fáciles de destruir, nadie se atreve a darles uso más allá del juego o la fotografía”. Vanity Fair
En la isla tailandesa KOH
SAMUI en el hotel NAPASAI permiten a los huéspedes cenar en la playa en un
verdadero castillo de arena. Durante 4 horas se esculpen las mesas y las
sillas, para que sus comensales descalzos puedan sentarse a pasar una velada a
la luz de la luna y las velas. Al día siguiente, por la mañana, el restaurante
desaparece por el viento y las mareas hasta que vuelve a construirse al acabar
el día. Y así sucesivamente.